martes, 21 de febrero de 2012

LO BUENO Y LO MALO.


La semana pasada vinieron noticias malas, y me quedé con las ganas de hacer un viaje relámpago a España; sin embargo el fin de semana aquí ha sido bueno, aunque siempre me asomaba en la conciencia el pensamiento de cogerme un avión. Ésa es la lástima de estar aquí, que no estás lejos, pero tampoco lo suficientemente cerca como para plantarte en casa cuando la situación lo requiere. Quedan pendientes un par de velas en Notre Damme en señal de luto.

He podido ver el Louvre de noche, y la verdad es que esta ciudad es I M P R E S I O N A N T E. Ésa es la palabra, con todas sus letras y en mayúsculas: mirar a tu derecha y ver edificios a cada cuál más majestuoso, y girar a la izquierda y ver que todavía puede superarse más. Y ya de noche ni os cuento, una auténtica maravilla.

El sábado comencé la mañana en Trocadero, donde había una manifestación de apoyo al pueblo griego. Desde este lugar se puede apreciar perfectamente la magnitud de la Torre Eiffel, que no deja indiferente. Allí encontramos un puesto de bocatas, y esa fue nuestra comida. De allí nos movimos a Notre Damme para poder encender un par de velas, pero había una cola considerable, y lo cierto es que un fin de semana no es ni mucho menos, el mejor día para entrar en ningún sitio turístico de París, por lo que quedo aplazado para un día de diario.

De allí caminamos a la Ile de la Cité, y sentados justo en la puntita de la misma, pudimos observar un paisaje como éste:



De vuelta a casa, andando, por supuesto, cogimos en un puesto un par de crêpes de chocolate, así, calentitos, recién hechos… todavía ensalivo de pensar en ellos.

Domingo de cine, La femme de Fer (La dama de hierro), en vo con subtítulos en francés. No es la mejor de las películas que he visto, pero dado que aquí te cuesta menos ir al cine que tomar un café, no está mal el plan para el domingo tarde-noche.

El próximo día más, y mejor.

2 comentarios: