miércoles, 29 de febrero de 2012

¡ADIÓS FEBRERO!


Llevo ya un mes aquí y me da la impresión de que llegué la semana pasada. Este fin de semana ha sido cuando verdaderamente he empezado a ver un poquito, lo más básico de esta enorme ciudad. Si fuese un libro, no podría decir que he pasado del título, pero espero que en los cuatro meses y medio que restan, me de tiempo a llegar, si no al punto y final, cosa imposible si sólo tienes una vida, sí al menos al ecuador de la novela. Y eso que este año ha sido generoso, regalándonos un día más este mes!

He visitado el Arco del Triunfo, el Sacré Coeur, Versalles, la Torre Eiffel, los Inválidos, Concorde, el Panteón… y nada de esto tiene desperdicio.

Las vistas aéreas de París desde distintos puntos, como ocurre con el Arco del Triunfo, el Sacré Coeur, o la Torre Eiffel, dejan a cualquiera sin palabras. La humilde morada que Luis XIV se construyó en Versalles, con su jardincito incluido, son ideales para pasar un día primaveral, por lo que espero volver en un mes, cuando la estación vaya haciendo sus primeras apariciones.

Y de los Inválidos, la Madeleine, el Panteón… ¿Qué decir? El adjetivo de majestuoso se le queda corto. Simplemente, son lugares para visitar.



Imagen: El Sena visto desde el segundo piso de la Torre Eiffel.

Ahora a esperar que marzo sea, por lo menos, igual de bueno febrero. 

martes, 21 de febrero de 2012

LO BUENO Y LO MALO.


La semana pasada vinieron noticias malas, y me quedé con las ganas de hacer un viaje relámpago a España; sin embargo el fin de semana aquí ha sido bueno, aunque siempre me asomaba en la conciencia el pensamiento de cogerme un avión. Ésa es la lástima de estar aquí, que no estás lejos, pero tampoco lo suficientemente cerca como para plantarte en casa cuando la situación lo requiere. Quedan pendientes un par de velas en Notre Damme en señal de luto.

He podido ver el Louvre de noche, y la verdad es que esta ciudad es I M P R E S I O N A N T E. Ésa es la palabra, con todas sus letras y en mayúsculas: mirar a tu derecha y ver edificios a cada cuál más majestuoso, y girar a la izquierda y ver que todavía puede superarse más. Y ya de noche ni os cuento, una auténtica maravilla.

El sábado comencé la mañana en Trocadero, donde había una manifestación de apoyo al pueblo griego. Desde este lugar se puede apreciar perfectamente la magnitud de la Torre Eiffel, que no deja indiferente. Allí encontramos un puesto de bocatas, y esa fue nuestra comida. De allí nos movimos a Notre Damme para poder encender un par de velas, pero había una cola considerable, y lo cierto es que un fin de semana no es ni mucho menos, el mejor día para entrar en ningún sitio turístico de París, por lo que quedo aplazado para un día de diario.

De allí caminamos a la Ile de la Cité, y sentados justo en la puntita de la misma, pudimos observar un paisaje como éste:



De vuelta a casa, andando, por supuesto, cogimos en un puesto un par de crêpes de chocolate, así, calentitos, recién hechos… todavía ensalivo de pensar en ellos.

Domingo de cine, La femme de Fer (La dama de hierro), en vo con subtítulos en francés. No es la mejor de las películas que he visto, pero dado que aquí te cuesta menos ir al cine que tomar un café, no está mal el plan para el domingo tarde-noche.

El próximo día más, y mejor.

viernes, 10 de febrero de 2012

Y HOY... UNA RACLETTE!

Hoy he podido probar en el comedor del hospital, un plato que parece ser de los más típicos de aquí, Raclette de queso! Consiste en fundir un queso especial para Raclette, y ponerlo sobre patata, carne, embutido… La verdad es que sí que estaba bueno, y llena un montón! Aunque sin duda me quedo con los crepes con nata y nutella del viernes pasado (sólo con acordarme me dan ganas de uno ahora mismo!)

En el hospital seguimos de observadoras, aunque esta semana ya nos han dejado manipular objetos tales como tijeras, pegatinas y bolis! Pero lo más importante, hemos conseguido el pase VIP!!! O lo que es lo mismo, la llave magnética para entrar sin tener que llamar al servicio de UPAC del hospital, ya estamos oficialmente aceptadas en el equipo!

Hoy he experimentado en la cocina: he hecho masa de croquetas. Ya mañana les daré forma (espero que aguante hasta entonces!), y las probaré, pudiendo dar un juicio de la calidad con la que me han salido. Ahora que he aprendido a hacerlas, ya puedo tomar la independencia croquetil y no volver a tomar las de pescado!
Aunque no todo se ha reducido hoy a la cocina: también he ido a poner la lavadora, y por supuesto, también ha habido cama y agua, dejando de lado ya la química (adiós al paracetamol y al ibuprofeno!)

Aquí os dejo una foto de una Raclette, para los que seáis tan ignorantes como yo en el tema.


Buenas noches y hasta mañana!

jueves, 9 de febrero de 2012

VOLVIENDO A LAS ANDADAS!


Tras esta larga ausencia ya retorno!
Mi absentismo en el blog se ha debido a que el frío de París consiguió alcanzarme, atrapándome por unos días en la cama, a base de Paracetamol, Ibuprofeno y agua, pero parece que ya voy recobrando el estado de bienestar.
Días de mirar en el hospital, aprender, y cama, mucha cama. Y todo por ir el domingo cual turista! Pude intuir un atisbo de todo lo que me puede dar de sí esta ciudad, pero lo reservo para cuando las temperaturas estén sobre 0 .
Ayer la plaza que se ve desde la ventana se tiñó de blanco, pero la nieve no cuajó lo suficiente como para inundar París entera con algo más que hielo, que fue lo único que dejó.



¡Qué pereza madrugar!

miércoles, 1 de febrero de 2012

AGÁRRENSE QUE SIGUE EL FRÍO!


Por la mañana ya algo me decía que todo iba a ir bien: recorrer las calles que me llevan al hospital a las 9.15 de la mañana, hora más que razonable, saliendo de mi iPod canciones que transmiten “buen rollo”, y llegar contenta al destino, es indicador de que esto iba a comenzar de manera prácticamente inmejorable.

Camino por la calle con miedo a tropezar, ya que sé que mis congelados pies no reaccionarán a tiempo y acabaré clavando las rodillas en el suelo. Pues lo peor está por llegar, dicen. Tengo que pedirle el secreto a los parisinos, que parecen estar ya acostumbrados a esto.
Nuestro primer día en el hospital, valoración: genial genial! Ana y yo estamos en el departamento de UPAC&C, es decir, en anticancerígenos. Todo lo que era PNT, que parecía no tener nada de utilidad y ser sólo listas y listas en un taco de folios, empieza a tomar sentido: Guantes, gorro, pijamas, zuecos, claves de acceso y llaves! Eso es lo que me espera por lo menos hasta que nos roten, y la verdad es que no pinta nada mal! La gente del hospital nos trata como uno más, procurando que entendamos todo y estemos a gusto. Muy buen rollo, y de nuevo, todas las Erasmus volvemos a sorprendernos de la hospitalidad y la buena predisposición encontrada.

Comemos todos juntos en el hospital, con costumbres como tocar la espalda de los presentes como saludo, y no hablar de “los temas prohibidos”. Paredes repletas de graffitis que no esperas encontrar revisten el comedor, y una ruleta que te “castiga” si incumples las reglas no escritas durante la “déjeuner”. Después del café del hospital, vamos a tomar un chocolat a un bar de Bastille, la verdad es que así da gusto!
Dudo que hubiera podido tener más suerte en mi estancia en París, y para colmo, hoy no he tenido que coger el metro! Lo que significa, que si estás en la ciudad de la luz, trabajando o estudiando, y puedes prescindir del medio de transporte más rápido y usado, a la vez que sucio, es que o bien te gusta caminar, o bien la diosa fortuna te ha guiñado un ojo permitiéndote disfrutar del paisaje de distancias relativamente cortas.

Y aquí, una de las canciones con las que he empezado el día

Cuando me doy cuenta, son ya las 19.00, lo que se traduce en anochecer en un clima helador. Hora de recogerse. Me esperaba una cena de 2 horas de charla agradable, a la par que intelectual y elevada, con mis dos magníficos y queridos colocataires.
Mañana más y mejor!