jueves, 24 de enero de 2013

UN AÑO


Un año exacto desde que me subí a aquel avión, hecha una madeja de nervios. Gracias que al llegar tuve quien me fuera a buscar, si no, creo que todavía seguiría dando vueltas por el aeropuerto de Orly!

Aproximadamente a esta hora, tras haber salido a las 4 am de Zamora, estaría entrando por la puerta de aquel portal del Boulevard Voltaire, donde comenzaría mi aventura durante esos seis maravillosos meses. 

Hablando con mis compañeras de aventuras, todas coincidimos que nuestro medio año fue ése, y que la segunda mitad del 2012 decayó, pero estamos seguras que el 2013 nos tratará bien durante sus 12 meses.

De todos los sitios que vi, que no son pocos, creo que me quedo con Trocadero, aunque suene muy turístico. Con los mil crêpes que allí me tomé, las mil fotos que eché con la Torre Eiffel detrás, con toda la gente con la que fui, y con la final de la Eurocopa que vimos allí. Todos son buenos momentos!



Me parece un sitio fantástico, donde puedes quedarte durante horas viendo la maravillosa obra de Eiffel, ver cómo anochece y encienden las luces, y cómo, desde las 21.00 hasta la 1.00 am, puede oírse un “ooooohhhh” de exclamación, día tras día, hora tras hora, cuando la Torre empieza a destellar.



Los campos de Marte son toda una maravilla también, donde hacer “pique-niques” los pocos días en que el sol se anima a salir. Una tarde inolvidable fue la del 14 de julio, con el espectáculo de fuegos artificiales acompañados de efectos luminosos y música a todo volumen, durante 35 minutos. Simplemente, perfecto.



Ya que he hablado de la Torre Eiffel, contar como curiosidad que:

  • Se inauguró el 31 de marzo de 1889 por el mismísimo Gustave Eiffel con motivo de “la Exposición Universal”, clausurada el 6 de noviembre del mismo año
  • Cuenta con 1 710 escalones, que llevan hasta la 3º planta, y mide 330 metros
  • Eiffel hizo de esa 3º planta su apartamento personal, donde recibió a personalidades como Thomas Edison, al compositor Charles Gounod, la actriz francesa Sarah Bernhardt, o Eduardo VII antes de convertirse en rey
  • En el momento de la inauguración fue considerada como un “monstruo de hierro” para muchos artistas, pero pronto se ganó la aceptación de los parisinos, convirtiéndose en uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad
  •  En principio iba a durar tan sólo 20 años, pero gracias a ella se hicieron las primeras transmisiones radiográficas y sirvió como radio militar entre otras, lo que le permitió seguir en pie.
  • Es visitado por casi 7 millones de personas, haciéndolo el monumento de pago más visitado del mundo